Quien no sintio y vivio esa melancolica, ese sentimiento de juventud amor , al sonar las canciones de un grande de america en la cancion.
hoy queremos brindar un sentido adios a nuestro idolo SANDRO DE AMERICA.
Triste y multitudinario último adiós a Sandro de América
Fuente: Cecilia Caminos (dpa) 05/01/2010
Buenos Aires, (dpa) - "Las mujeres necesitamos que nos susurren al oído y ahora ya no tendremos quién lo haga", lamentó desconsolada María, una mujer madura que soportó desde temprano el agobiante calor del verano austral para dar el último adiós a Sandro en el Congreso argentino.
El "fuego sagrado" de Roberto Sánchez, su verdadero nombre, se apagó y miles de personas, en su mayoría mujeres, esperaron horas bajo el sol para poder ingresar a la capilla ardiente del Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento.
Muchas de sus "nenas", como llamaba Sandro a sus fans, se maquillaron y se pusieron sus mejores ropas para ir a despedirlo con rosas rojas, carteles y cartas. Es que el "Elvis" argentino, ídolo popular e ícono sensual para varias generaciones, trascendió todas las fronteras para convertirse en una leyenda.
"No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad", rezan varias pancartas que citan la letra de "Una muchacha y una guitarra", una de las canciones con las que el "Gitano" enloquecía a sus seguidoras con su particular voz grave y sus movimientos de cadera.
"Lo amo desde muy chiquita", "Tengo 53 años y siempre lo adoré", "No va a haber nunca más un Sandro, un Roberto Sánchez", se escucha una y otra vez en esta legión de mujeres que lloran la muerte de su ídolo.
Varias sufrieron incluso desmayos por el calor, probablemente también por la emoción, y debieron ser atendidas por el reforzado operativo de salud y seguridad que dispuso el gobierno porteño en los alrededores del Congreso.
El fervor popular se refleja también frente a su vivienda en Banfield, un tranquilo barrio al sur de la ciudad de Buenos Aires, donde cartas, flores y carteles tapizan los muros detrás de los cuales Sandro protegió su intimidad en los últimos años.
Roberto Sánchez murió en la noche del lunes, a los 64 años, en la ciudad argentina de Mendoza tras muchos años de lucha contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), generada por su adicción al tabaco, que le había provocado un grave deterioro a sus órganos.
"Finalmente, y como él llamaba a este episodio, 'la gran batalla' creo que no la pudimos ganar pero creo le dimos una chance de vivir que se la merecía", declaró hoy su médico, Claudio Burgos.
Sandro sabía que estaba llegando a su final y "lamentó no tener la fuerza que nosotros le pedíamos", relató en tanto su cardiólogo, Sergio Perrone.
"Teníamos clarísimo que era un paciente de alto riesgo. No teníamos plan B, era esto o esperar a que falleciera. Todos sabíamos que esto no iba a ser fácil", añadió.
Sus restos fueron trasladados a la ciudad de Buenos Aires y serán sepultados este miércoles en el cementerio de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, cerca de su amada Banfield.
Durante su extensa carrera grabó más de 30 discos, de los que vendió millones de copias, protagonizó 13 películas y se hizo famoso en todo el continente con temas como "Rosa, Rosa", "Tengo", "Quiero llenarme de tí", "Por ese palpitar", "Trigal" o "La vida sigue igual".
"Yo no soy una leyenda. Soy la historia viva de una buena parte de lo que pasó por aquí en los últimos 30 años", afirmaba Sandro, haciendo gala de la sencillez y la humildad con que manejó su enorme fama internacional.
Fuente: Cecilia Caminos (dpa) 05/01/2010
Buenos Aires, (dpa) - "Las mujeres necesitamos que nos susurren al oído y ahora ya no tendremos quién lo haga", lamentó desconsolada María, una mujer madura que soportó desde temprano el agobiante calor del verano austral para dar el último adiós a Sandro en el Congreso argentino.
El "fuego sagrado" de Roberto Sánchez, su verdadero nombre, se apagó y miles de personas, en su mayoría mujeres, esperaron horas bajo el sol para poder ingresar a la capilla ardiente del Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento.
Muchas de sus "nenas", como llamaba Sandro a sus fans, se maquillaron y se pusieron sus mejores ropas para ir a despedirlo con rosas rojas, carteles y cartas. Es que el "Elvis" argentino, ídolo popular e ícono sensual para varias generaciones, trascendió todas las fronteras para convertirse en una leyenda.
"No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad", rezan varias pancartas que citan la letra de "Una muchacha y una guitarra", una de las canciones con las que el "Gitano" enloquecía a sus seguidoras con su particular voz grave y sus movimientos de cadera.
"Lo amo desde muy chiquita", "Tengo 53 años y siempre lo adoré", "No va a haber nunca más un Sandro, un Roberto Sánchez", se escucha una y otra vez en esta legión de mujeres que lloran la muerte de su ídolo.
Varias sufrieron incluso desmayos por el calor, probablemente también por la emoción, y debieron ser atendidas por el reforzado operativo de salud y seguridad que dispuso el gobierno porteño en los alrededores del Congreso.
El fervor popular se refleja también frente a su vivienda en Banfield, un tranquilo barrio al sur de la ciudad de Buenos Aires, donde cartas, flores y carteles tapizan los muros detrás de los cuales Sandro protegió su intimidad en los últimos años.
Roberto Sánchez murió en la noche del lunes, a los 64 años, en la ciudad argentina de Mendoza tras muchos años de lucha contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), generada por su adicción al tabaco, que le había provocado un grave deterioro a sus órganos.
"Finalmente, y como él llamaba a este episodio, 'la gran batalla' creo que no la pudimos ganar pero creo le dimos una chance de vivir que se la merecía", declaró hoy su médico, Claudio Burgos.
Sandro sabía que estaba llegando a su final y "lamentó no tener la fuerza que nosotros le pedíamos", relató en tanto su cardiólogo, Sergio Perrone.
"Teníamos clarísimo que era un paciente de alto riesgo. No teníamos plan B, era esto o esperar a que falleciera. Todos sabíamos que esto no iba a ser fácil", añadió.
Sus restos fueron trasladados a la ciudad de Buenos Aires y serán sepultados este miércoles en el cementerio de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, cerca de su amada Banfield.
Durante su extensa carrera grabó más de 30 discos, de los que vendió millones de copias, protagonizó 13 películas y se hizo famoso en todo el continente con temas como "Rosa, Rosa", "Tengo", "Quiero llenarme de tí", "Por ese palpitar", "Trigal" o "La vida sigue igual".
"Yo no soy una leyenda. Soy la historia viva de una buena parte de lo que pasó por aquí en los últimos 30 años", afirmaba Sandro, haciendo gala de la sencillez y la humildad con que manejó su enorme fama internacional.
extraido de internet,http://www.elpais.cr/articulos.php?id=17936, el pais
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