miércoles, 24 de marzo de 2010

HISTORIA DE LOS MUNDIALES

Roque Máspoli

Este corpulento portero charrúa de 1,84 de alturas y 94 quilos fue uno de los símbolos de la mítica conquista de la selección de Uruguay en el Mundial de 1950, derribando el favoritismo de Brasil en la final ante 200 mil estupefactos hinchas en el Maracaná.

Roque Gastón Máspoli fue dueño de una inigualable longevidad de 64 años dedicados al fútbol. De los primeros saltos -con 16 tiernos años- en el legendario estadio Centenario en los años 30, con la zamarra del Nacional de Montevideo, hasta el último partido de la selección uruguaya en la fase de clasificación del Mundial del 98, cuando a los 80 años dirigía el combinado celeste contra Argentina, en Buenos Aires.


Dos realidades directamente opuestas y dramáticamente distantes pocos experimentaron con tanta intensidad...


El portero del "Maracanazo" defendió la portería del Nacional hasta los 22 años, cuando fue fichado por el Liverpool uruguayo, quedándose un año con los negriazules.


Pero sería al transferirse al Peñarol, cuando empezara a destacar. Con el equipo aurinegro sería seis veces campeón uruguayo al lado de vacas sagradas del fútbol charrúa como Obdulio Varela, Juan Schiaffino y Alcides Ghiggia. Principalmente en el equipo del 49, llamado certeramente "La Máquina".


"El gran portero" dejaría los guantes a los 38 años, un año después de conducir a la "Celeste Olímpica" a la cuarta plaza en el Mundial de 1954 en Suiza. Más tarde, construiría una sólida trayectoria como entrenado destacando especialmente a su amado Peñarol.


Una de las últimas apariciones públicas de Máspoli fue en la final de la Copa Amércia de 1999, en Paraguay, cuando fue entrevistado por el periodista uruguayo Jorge Barraza. Máspoli dijo que Brasil no era tan superior en aquella fatídica tarde del 16 de julio de 1950 para los brasileños. "Casi no nos habíamos preparado. Un mes antes, jugamos tres partidos ante Brasil. El primero lo ganamos 4 a 3. Anotaron un gol en fuera de juego y otro de forma media extraña. En el segundo, ellos ganaron 2 a 1 con un gol en propia puerta de Matías González. En el tercero ganaron 1 a 0 con un gol a los 42 de la segunda parte. Éramos muy parejos", recordó.


El legendario arquero uruguayo también dijo que después de que ellos recibieran el gol del empate, el equipo brasileño se vino abajo, no por culpa de los jugadores, pero sí de la presión del público que hacía un ruido ensordecedor durante el partido que desgastó mentalmente a los futbolistas brasileños. Entonces Ghiggia trató de hacer el segundo gol y consolidar el bicampeonato mundial de la Celeste Olímpica. "Al fnal del partido, hubo una jugada donde un jugador brasileño cayó al suelo, y cuando fui ayudarlo a levantarse, estaba pálido, helado... aquello les mató!", declaró el antiguo guardamento, a los 81 años.


Roque Gastón Máspoli murió en la noche del 22 de febrero de 2004, doce días después de ingresar en el hospital debido a una infección pulmonar. Quien lo acompañó en los últimos instantes fue Julio César Abbadie, antiguo compañero en los tiempos de selección, en 1954. Emocionante también fue el homenaje que recibió de los aficionados aurinegros en el partido de la Copa Libertadores de 2004 entre Peñarol y Sao Caetano. "Ole, ole, ole, ole, Roque, Roque", gritaba la hinchada.


Tras la muerte de Omar Míguez en el 2006, ahora el verdugo de la
canarinha Alcides Ghiggia es el único superviviente entre los que fueron titular del histórico combinado celeste de 1950.
Fuente: Trivela

Jock Stein

Jock Stein empezó su trayectoria como jugador en 1942 defendiendo a los Albion Rovers de la segunda división escocesa en la posición de mediocentro. En 1948, los Rovers consiguieron acesso a la primera división nacional. Después de una breve estancia en el Lianelli Town fue fichado por el Celtic de Glasgow en 1951. En 1954, Stein ayudó al club a romber una racha de 16 años sin títulos nacionales. En ese mismo año, fue seleccionado para participar en el Mundial de 1954 y vio desde el banquillo la eliminación de Escocia ante Uruguay por 7 a 0. En 1956, Stein dejó el fútbol como jugador debido a una lesión.

En 1960, Jock Stein se estrena como entrenador en el Dunfermline con la misión de evitar el descenso de categoría. Stein consiguió alcanzar el objetivo y además consigue su primer trofeo de su carrera como entrenador al batir el Celtic en la final de la Copa de Escocia de 1961 por dos a cero. En 1964, Stein ficha por el Hibernian y al año siguiente llega al Celtic.

En el club de Glasgow, Stein permanecería hasta 1978, en este período conseguiría nueves títulos nacionales consecutivos de 1966 a 1974. Este hecho sólo sería igualado por sus arquirivales Rangers en 1997. Pero la guinda del pastel fue la Copa de Europa de 1967.

El Celtic tenía un equipo bastante técnico y se enfrentaría al favorito Internazionale de Milán, propietario de los títulos de 1964 y 1965 y semifinalista de 1966. El partido fue disputado en Lisboa y los escoceses retomaron y ganaron por 2 a 1. Este equipo entrenado por Jock Stein consagró jugadores como Jinky Johnstone, Bobby Lennox y Bobby Murdoch. Aquello que actuaron en la final fueron llamados de Leones de Lisboa (Lisbon Lions) y una de las tribunas del estadio del Celtic está dedicada a esos héroes. Ésta fue, además, la primera conquista del Reino Unido en el primer certamen de clubs del continente. En 1970, nueva final de la Copa de Europa, sin embargo fueron los holandeses del Feyernood quien levantaron el trofeo.

Tras dejar el Celtic de Glasgow en 1978, Jock Stein asumió la dirección del Leeds United, pero su estancia en el club inglés duró solamente 45 días. Una invitación para conducir a la selección nacional fue aceptada de inmediato. En el mando de Escocia, Stein disputó el Mundial de 1982 en el mismo grupo de Brasil. La eliminación vendría aún en la primera fase por diferencia de goles con la antigua Unión Soviética. En la fase de clasificación para el Mundial de 1986, Escocia se enfrentaba a Gales en Cardiff con buenas condiciones de conseguir plaza para el certamen mundialista. Tras el empate por 1 a 1, Jock Stein sufrió un ataque cardíaco mortal dando su último adiós al mundo del fútbol. Su asistente era Alex Ferguson, hoy entrenador del Manchester United. "Estábamos tan excitados con el partidos que no vimos que Jock se encontraba mal", diría más tarde Ferguson, que dirigió a Escocia en el Mundial de 1986 y asumiría el cargo de entrenador en el Manchester ese mismo año.

Al lado de Bill Shankly, Matt Busby y Alex Ferguson, Jock Stein forma un cuarteto de entrenadores escoceses de renombre internacional. Tras la conquista de Europa en 1967 con el Celtic, Bill Shankly dijo a Stein: "Ahora ya eres un inmortal".

Ao lado de Bill Shankly, Matt Busby e Alex Ferguson, Jock Stein forma um quarteto de treinadores escoceses de renome internacional. Após a conquista da Europa em 1967 com o Celtic Bill Shankly disse à Stein: “Você agora é um imortal”.
Fuente: Trivela


Tributo a Jock Stein

Peter Bonetti

La gran conquista inglesa del Mundial de 1966 tuvo varias leyendas. Bobby Charlton, Geoff Hurst, Jimmy Greaves, Gordon Banks, entre otros. Banks, además, era tan indiscutible en este elenco mítico de Inglaterra que nadie se acuerda que tenía un suplente, Peter Bonetti.

Nacido en Putney -zona sur de Londres- en 1940, Bonetti no tuvo muchas oportunidades en el
English Team. Sin embargo, fue un gran ídolo del Chelsea, llegando a merecer el apodo de The Cat. Con los Blues, Peter Bonetti defendería su portería por 18 años, totalizando más de 720 apariciones.

El portero consiguió una oportunidad en el Chelsea gracias al celo de su madre, quien escribió para el entonces entrenador Ted Drake, pidiendo que le hicieran una prueba en Stamford Brigde. Poco después, ganaría con los juveniles la FA Cup con la camiseta azul y al año siguiente, ya se convertiría en el portero titular del equipo principal por más de una década.


Por más que sea difícil de imaginar al multimillonario Chelsea de hoy en día fuera de élite inglesa, Bonetti empezó defendiendo la portería de su equipo en la segunda división inglesa. Y fue esencial en el ascenso de categoría del equipo en 1963, haciendo paradas fundamentales en el partido decisivo contra Sunderland. Junto con
The Cat, el Chelsea también tenía una hornada de jóvenes talentosos como Terry Venables, que después vendría a ser el seleccionador de Inglaterra en la década de los noventa.

Además de un estilo elegante, Bonetti era conocido por su capacidad de hacer larguísimos lanzamientos con las manos, que tenían una distancia tan grande cuanto las reposiciones con los pies.


A pesar de su larga trayectoria, el portero jamás conseguiría levantar un título de campeón inglés con la camiseta del club. Los mayores éxitos vendrían con la Copa de la Liga (1965), la Copa de Inglaterra (1970) y la Recopa de Europa (1971). En la final de la Copa de Inglaterra de 1970, Bonetti realizó un partido histórico estando lesionado, consiguiendo hacer varias paradas inverosímiles, contra los entonces campeones Leeds.


En la selección nacional, Bonetti no pudo demostrar todo su repertorio, ya que tuvo como compañeros de equipo a dos grandes porteros como Gordon Banks (que protagonizaría una parada considerada la más difícil de los tiempos, en el Mundial del 70, tras un cabezazo de Pelé) y Peter Shilton (que tomaría el relevo de Banks hasta finales de la década de los ochenta).


Aunque sólo actuara en siete partidos oficiales, Bonetti consiguió jugar una vez en el Mundial del 70 en el partido de cuartos de final contra Alemania Occidental, debido a una intoxicación alimenticia. Alemania remontó el partido y el portero del Chelsea fue uno de los chivos expiatorios. Después de ese partido, jamás volvería a defender su selección.


En la década de los ochenta, después de dejar el fútbol, Bonetti se fue a vivir a la isla de Mull, en el norte de Escocia. Mantuvo algún contacto con el mundo del fútbol como entrenador asistente en el Chelsea, en el Manchester City y en la selección inglesa. Pero, hasta hoy, nadie ha vestido la camiseta de Chelsea en tantas ocasiones, donde sigue siendo un héroe.

Fuente: Trivela

Tributo a Peter Bonetti

Brian Clough

El auténtico e intempestivo Brian Clough fue una de las mayores vencedores del deporte británico, recordado en letras de canciones, películas y libros. Era un jugador muy prometedor, un matador nato con una media de goles excepcional. Pero una gravísima lesión le alejó de los terrenos de juego para el resto de su vida.

Brian Clough nació el 21 de marzo de 1935 en Middlesbrough, Inglaterra. No era el lugar más agradable del mundo, pero para él era el paraíso, como él mismo decía. Cuestión de punto de vista. Para los equipos que se enfrentaban al equipo local, la ciudad era el infierno: defendiendo la camiseta del Middlesbrough entre los 16 y los 25 años, Brian anotó 197 goles en 212 partidos, alcanzando la excelente marca de 0,92 goles por partido.


En ese período, defendió la camiseta de la selección nacional en dos oportunidades, quedándose en blanco en ambos partidos. De cualquier manera, las destacadas actuaciones por su club le valió un contrato con el Sunderland, equipo que defendió entre 1961 y 1964, marcando 61 goles en 54 partidos.


En las navidades de 1962, Clough quería regalar goles a la hinchada de los
Gatos Negros. Pero, para un infelicidad, el día 26, en un partido contra el Bury FC, el delantero se lesionó gravemente el ligamento cruzado de su rodilla tras chocarse con el portero rival.

La lesión le obligó a estar 2 años parado. En 1964, intentó volver y llegó a jugar 3 partidos, pero los dolores terminaron por alejarlo defenitivamente de las canchas de fútbol.


Un año después de su retirada como jugador, Clough estaba de vuelta al mundo del fútbol como entrenador del Hartlepool United. Tras una rápida estancia, se encargó del Derby County en 1967, que se encontraba en ese momento en la segunda división inglesa, llevando al club a la primera división en su primer año y a su primer e histórico título nacional en 1972.


Con el equipo de
los Corderos alcanzaría las semifinales de la antigua Copa de Europa en 1973, siendo eliminado por la Juventud de Turín en un partido polémico. Brian protestó contra el equipo italiano, acusándolos de tramposos bastardos e insultando a la propia nación italiana debido a unos presuntos regalos ofrecidos por parte del equipo italiano al árbitro alemán.

El Derby fue sancionado y Clough obligado a dimitir por la presión de la directiva pese a que los aficionados pedían su continuidad, aumentando su fama de técnico duro, peleando siempre por la justicia.


Después de 6 años como entrenador del Derby, tuvo una rápida experiencia en el Brighton & Hove Albion, de la tercera división nacional.


En 1974, fue fichado como entrenador del Leeds United. Su llegada no podría ser más polémica. "Hasta donde sé, ustedes pueden tirar a la basura vuestros trofeos conquistados, porque ustedes lo ganaron haciendo trampas". Ése fue su discurso de presentación al equipo campeón de la liga inglesa de la temporada 1973/74.


Estuvo en el club por 44 días, ganando solamente un partido y siendo derrocado por los molestos astros del equipo. El día de su despedida, Brian comentó: " Es un día triste... para el Leeds".


Robin Hood, el ladrón que robaba a los ricos para dar los pobres era la personalidad más conocida de Nottingham Forest hasta la presentación de Clough como técnico del equipo local en 1975. En su segunda temporada completa por el equipo (1976/77), Brian subió el equipo a la primera división inglesa y se convirtió en ídolo local.


Un año más tarde, ganaría proyección nacional al llevarse el título nacional con la victoria por 1 a 0 ante el todopoderoso Liverpool. Hazaña digna del más grande héroe de la historia del Nottingham!


Clough siguió en el mando del equipo por 18 años, disputando títulos nacionales e internacionales, y obteniendo grandes conquistas como dos Copas de Europa en las temporadas 1979/80 y 1980/81, ante el Malmo FF y el Hamburgo respectivamente (llegando a la final también en la temporada 1981/82). En territorio británico, hizo del Nottingham un gran campeón, derrotando muchos equipos grandes y creando rivalidades con sus entrenadores, como Sir Alex Ferguson.


No fue hasta 1988/89 cuando Clough consiguió un nuevo título, fue la Copa de la Liga revalidándola un año más tarde. En los años 1991 y 1992 el Forest alcanzó las finales de la Copa de la Liga y la FA Cup, perdiendo ambas por la mínima y ante rivales como fueron el Tottenham Hotspur y el Manchester United.


El irrevente entrenador siguió en el dirección del Nottingham, hasta la temporada 1992/93 cuando dejó el mundo del fútbol para enfrentarse a una dura batalla contra el alcoholismo. Debido a múltiples razones como la venta de jugadores clave como Teddy Sheringham o el propio estado del entrenador, el equipo sufrió un declive acelerado estando colista toda la temporada. La derrota por 2-0 frente al Sheffield United supuso el descenso de categoría después de 16 temporadas en la cumbre. Después del partido presentó su dimisión, dejando al equipo en la categoría que lo encontró, pero creando un palmarés y una leyenda en torno a un equipo sin grandes jugadores de renombre ni grandes inversiones económicas.


Además de su perfil ganador, fueron sus opiniones y frases sobresalientes que realzarían el carisma de Brian Clough e hicieron de él una leyenda del fútbol inglés.


"Yo no quiero un epitafio de historia profunda o ese tipo de cosa. Yo contribuí, espero que digan eso, y espero que a alguien le haya gustado mi forma de ser".


No es un retrato definitivo, pero nos enseña la gran personalidad de un jugador/entrenador cuya fama traspasó el rectángulo de juego y se ganó el imaginario popular inglés.


Fallecería el 20 de septiembre de 2004, a los 69 años, debido a un cáncer de estómago.

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