miércoles, 7 de abril de 2010

Ciudad Bolívar los acompaña en su dolor


El cielo nunca estuvo tan triste en Nare

EN MEDIO DE muchas lágrimas, gritos de tristeza y mensajes de recordación, fueron sepultados ayer siete hijos de Puerto Nare que perdieron la vida en el accidente del domingo en San Luis. Fue una tarde gris, la más triste de su historia, según su alcalde.
Gustavo Ospina Zapata | Enviado especial, Puerto Nare | Publicado el 7 de abril de 2010
Mapa de noticiasCerrar
"Manolito, nos dejaste un gran vacío en nuestros corazones...", dijo una compañera de Manuel Fernando Jaramillo Gómez. "Dios te tenía reservado un mundo maravilloso y hoy te vas de nuestro lado", expresó Juliana Herrera, amiga de Jorge Leonardo Forero. "Fuiste la persona más noble que he conocido", le dijo Sandra Sepúlveda a Wilson Fernando Zora". "Mi hijo me dejó las mejores enseñanzas de la vida", afirmó la madre de Rafael Rodríguez. "Mi madre era una luchadora, a pesar de su edad, nunca desfalleció", manifestó Marco Antonio Daza, el hijo de María Mercedes Castrillón"...

Fueron las palabras con las que familiares y allegados quisieron rendirle homenaje a cada una de las víctimas del accidente ocurrido el pasado domingo, cuando una buseta se fue a un abismo en jurisdicción de San Luis y perdieron la vida 24 personas.

Ayer, siete de ellas fueron sepultadas en la localidad de Puerto Nare, de donde eran oriundas la mayoría. Ayer, Puerto Nare fue todo tristeza. Ayer, Puerto Nare, fue todo dolor. El cielo estuvo gris.

Por primera vez en su vida, sus habitantes se enfrentaron a una tragedia similar y por eso los corazones de la población estaban rotos.

Lo dijo Rafael Antonio Rodríguez, padre de Rafael, el ingeniero de 40 años que lentamente iba escalando en su profesión y al que este año le llegarían fabulosos contratos para poder sacar adelante sus sueños, que no eran distintos a los de todo buen hombre: que su hijo de 16 años, Yordan, tuviera un buen futuro y que sus padres no pasaran necesidades: "Mi hijo era pura responsabilidad, un luchador del que nunca tuve una palabra de ofensa".

Y es que El Niño, como le decían en el pueblo, dejó una huella de sencillez, una semilla de entrega y un ejemplo de honestidad que resaltaron muchos señores y señoras de Nare.

Homenajes para todos
Expresiones parecidas se escucharon de labios de los hijos de María Mercedes Castrillón, la anciana de 80 años que también pereció en el accidente y cuyo cráneo quedó tan destrozado, que su esposo casi no la reconoce.

"A mi viejita le fue muy mal. Los de la funeraria nos dijeron que de milagro lograron ponerle una cara presentable para el velorio", comentó su hijo Marco Antonio.

Muy triste, pero muy resignado por los designios de Dios, resaltó que el año anterior ella había pasado más de un mes hospitalizada recuperándose de una peritonitis. Y precisamente cuando más aliviada estaba, se viene a morir. María Mercedes había tomado la buseta para realizarse unos exámenes médicos en Medellín. Por paradojas de la vida, nunca alcanzó a llegar a su destino.

"Uno nunca imagina que un ser querido va a morir tan tristemente, más bien pensábamos que se nos iba a enfermar, pero vea, la vida es así", añadió Marco.

Lo peor era que la anciana cuidaba a una hija especial y a un nieto de 16 años que era su adoración. Ahora es todo incertidumbre para estas dos personas.

"Tocará esperar que desde el cielo Dios nos dé fuerzas", comentó Luis Alfonso, su otro hijo.

Será la misma espera de todos los familiares de las 24 personas que perdieron la vida en este insólito accidente, lleno de cuestionamientos, de preguntas sin respuesta, de reproches para la empresa Transoriente, de dudas sobre la responsabilidad y lo que pudo pasar con el conductor, Óscar Iván Giraldo, quien también murió.

Ayer, en Puerto Nare, todo el pueblo se volcó a acompañar a las familias en este triste sepelio colectivo de seis personas, que se realizó a las 6:00 de la tarde en el cementerio local.

En este camposanto, seguiditos uno de otro, en seis bóvedas quedaron los cadáveres de Rafael Rodríguez, Wilson Fernando Zora, Manuel Fernando Jaramillo, Jorge Leonardo Forero, John Mario Piedrahíta Acosta y María Mercedes Castrillón. En otro sitio quedó la joven Jenny Andrea García, que por ser de una religión distinta a la católica, no fue velada sino que la sepultaron a las 11:00 a.m. en una ceremonia solitaria.

El más triste de la historia
Los demás fueron enterrados juntos después de una misa presidida por el obispo de Barrancabermeja, Camilo Castrellón y en la que hablaron alcaldes de la zona, concejales, amigos de los fallecidos y hasta familiares.

Todos dijeron palabras que arrancaron llantos, todos dijeron palabras que conmovieron corazones e invitaron a la reflexión, como el general Rodolfo Palomino, comandante de la Policía de Carreteras, quien invitó a la cordura y la responsabilidad en las vías. Y el alcalde local, Ever Abad Ramírez, quien definió este día como el más triste en la historia de Puerto Nare.

"¿Manolito, cómo podré vivir sin ti?, preguntó en la ceremonia religiosa Melissa, una niña de 15 años compañera de Manuel. Fue la misma pregunta que se hicieron los allegados s Rafael, a María Mercedes, a Wilson Fernando, a John Mario, a Jorge Leonardo y a Jenny Andrea. La vida les dará las respuestas. Ellos, entre tanto, seguirán en sus corazones, porque el abismo de La Josefina se llevó sus cuerpos, pero sus almas quedaron navegando para siempre en Puerto Nare.

» Implicaciones

General Palomino habló duro

Muy duro habló el general Rodolfo Palomino, comandante de la Policía de Carreteras, contra la empresa Transoriente en declaraciones a este diario. El alto oficial cuestionó nuevamente que esta empresa permitiera la operación de una buseta por un conductor sobre quien pesaban once comparendos, entre ellos varios por exceso de velocidad.

"Además, tenía la licencia de conducción vencida", añadió el general.

"No podemos seguir pensando que la falla fue mecánica, que la falla fue un tornillo o una manguera", comentó, y resaltó que paradójicamente, mientras en las carreteras Policía y Ejército ofrecen cada día mayor seguridad, son la velocidad y la imprudencia las que se están robando las vidas.

La empresa Transoriente, por su parte, leyó un comunicado de condolencias en la misa por los fallecidos y confirmó que una comisión de la Superindentencia de Transporte llegó ayer a investigarla.

El alcalde local, Ever Abad Ramírez, dejó el veredicto de lo sucedido en manos de las autoridades competentes para investigar el caso.

extraida de EL COLOMBIANO.COM

No hay comentarios.: