Donaldo Zuluaga, Fredonia | En el sitio del derrumbe la única solución es transbordar y pagar entre 500 y 1.000 pesos por el préstamo de una botas o porque pasen cargado a quien desista de caminar sobre el lodo. La interrupción
continuará por varios días.
continuará por varios días.Un río de lodo los dejó sin paso
DE NUEVO, UNA masa de lodo y rocas bloqueó la vía Fredonia-Puente Iglesias y afecta el transporte de los campesinos, que tienen que transbordar y duplicar el presupuesto en pasajes. La avalancha destruyó parte del montaje de una finca y evidenció un riesgo mayor.
León J. Saldarriaga L. | Fredonia | Publicado el 10 de agosto de 2010
Los gritos de ¡corran, que se volvió a venir la avalancha!, seguidos del ruido de una prolongada descarga de piedras, al medio día de ayer, evidenciaron que el peligro persiste en el lugar donde está bloqueada la carretera entre Fredonia y Puente Iglesias.
En el sitio crítico, localizado apenas un kilómetro después de la cabecera municipal, se concentra el drama de decenas de campesinos que tienen que transbordar para llegar al pueblo o volver a sus veredas.
La afectación fue mayor el fin de semana, días de mercado, cuando un reguero de motos, taxis y chiveros, se multiplicó para trasladar a los labriegos hasta el sitio del derrumbe, donde un grupo de baquianos los esperó para salvar un canal de lodo y piedras. "El domingo pasé unos 70 mercados, volteé pa' un lado y otro como volador sin palo porque la gente acosaba", contó envuelto en pantano Luis Alberto Ardila, uno de los ayudantes.
La escena se repitió ayer con menor intensidad, y hasta un trasteo se atendió a hombro limpio. "Cuál que se ensució, lo que vengo es en un temblor porque cuando estábamos pasando se vino un pedazo", expresó una mujer que transbordó. "Eso está muy peligroso, es por la necesidad que tengo que mercar", dijo.
Aunque las autoridades actuaron desde el miércoles para despejar la vía, la caída constante de material ha hecho imposible tenerla en servicio.
La razón es que la corona de la montaña está cargada de humedad y desprende lodo.
Justo en la mitad de la montaña, la finca Las Vegas recibió el mayor impacto del desprendimiento, que sólo se hizo visible cuando taponó la carretera a Puente Iglesias.
La primera mirada da la impresión de tierra arrasada porque la avalancha inundó los corrales, las caballerizas, el picadero, un lago y rodeó gran parte de la casa principal.
El mayordomo de la finca, Julio César Hernández, dijo que el pasado 26 de junio ya se había venido una parte que taponó la entrada, pero el nuevo alud destruyó mucha infraestructura y obligó a sacar los caballos del criadero en la madrugada del domingo.
Según Andrés Ospina, ingeniero del Municipio de Fredonia, con la ayuda del Dapard se forma una especie de canal para que el material represado en Las Vegas pueda tener salida, ladera abajo, y no afecte más las instalaciones del predio.
Pero de no corregirse el problema con obras de mitigación en la corona de la montaña, el drama continuará tanto para la criadero de Las Vegas como para la carretera.
Así lo expuso el ingeniero jefe de Planeación de Fredonia, Rafael Correa León, quien sostuvo que es necesario que al Dapard también se sume la Secretaría de Infraestructura con maquinaria de mayor capacidad para que las tareas sean más efectivas. "Mientras tanto, el riesgo de avalancha permanece", advirtió.
En el sitio crítico, localizado apenas un kilómetro después de la cabecera municipal, se concentra el drama de decenas de campesinos que tienen que transbordar para llegar al pueblo o volver a sus veredas.
La afectación fue mayor el fin de semana, días de mercado, cuando un reguero de motos, taxis y chiveros, se multiplicó para trasladar a los labriegos hasta el sitio del derrumbe, donde un grupo de baquianos los esperó para salvar un canal de lodo y piedras. "El domingo pasé unos 70 mercados, volteé pa' un lado y otro como volador sin palo porque la gente acosaba", contó envuelto en pantano Luis Alberto Ardila, uno de los ayudantes.
La escena se repitió ayer con menor intensidad, y hasta un trasteo se atendió a hombro limpio. "Cuál que se ensució, lo que vengo es en un temblor porque cuando estábamos pasando se vino un pedazo", expresó una mujer que transbordó. "Eso está muy peligroso, es por la necesidad que tengo que mercar", dijo.
Aunque las autoridades actuaron desde el miércoles para despejar la vía, la caída constante de material ha hecho imposible tenerla en servicio.
La razón es que la corona de la montaña está cargada de humedad y desprende lodo.
Justo en la mitad de la montaña, la finca Las Vegas recibió el mayor impacto del desprendimiento, que sólo se hizo visible cuando taponó la carretera a Puente Iglesias.
La primera mirada da la impresión de tierra arrasada porque la avalancha inundó los corrales, las caballerizas, el picadero, un lago y rodeó gran parte de la casa principal.
El mayordomo de la finca, Julio César Hernández, dijo que el pasado 26 de junio ya se había venido una parte que taponó la entrada, pero el nuevo alud destruyó mucha infraestructura y obligó a sacar los caballos del criadero en la madrugada del domingo.
Según Andrés Ospina, ingeniero del Municipio de Fredonia, con la ayuda del Dapard se forma una especie de canal para que el material represado en Las Vegas pueda tener salida, ladera abajo, y no afecte más las instalaciones del predio.
Pero de no corregirse el problema con obras de mitigación en la corona de la montaña, el drama continuará tanto para la criadero de Las Vegas como para la carretera.
Así lo expuso el ingeniero jefe de Planeación de Fredonia, Rafael Correa León, quien sostuvo que es necesario que al Dapard también se sume la Secretaría de Infraestructura con maquinaria de mayor capacidad para que las tareas sean más efectivas. "Mientras tanto, el riesgo de avalancha permanece", advirtió.
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