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nota extraida de el colombiano.
Ciudad Bolívar arde de calor, pero ya no hay fuego
A punta de machete y con ramas, la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos de Ciudad Bolívar lograron controlar ayer un incendio forestal que desde el pasado viernes consumió gran parte de los cerros del corregimiento Alfonso López, también conocido como San Gregorio, a media hora del pueblo, en la zona montañosa.
Con doce efectivos del primer organismo de emergencia y 24 integrantes del segundo cuerpo, las llamas pudieron ser apagadas y controladas, y hacia las 2:00 de la tarde de ayer, al fondo de un cañón en la vereda Amaranto, sólo se veía elevarse el humo que salía de los rescoldos de la conflagración. Pero ya no había fuego, por lo que los comandantes de Defensa Civil y de Bomberos dieron el parte de tranquilidad, aunque mantenían la alerta.
"En este momento ya no hay fuego, hoy (ayer) madrugamos desde las 3:00 de la mañana a trabajar y logramos apagarlo, pero acá los vientos son muy fuertes y no nos podemos confiar", comentó Luis Alberto Clavijo, comandante de Bomberos.
En la madrugada de este martes fue sofocado en su totalidad, confirmaron las autoridades locales.
Un lobo feroz
El fuego es traicionero. Lo comprobaron el viernes en la noche, cuando hacia las 8:00 p.m. controlaron la candela que había arrancado en la finca llamada La Meseta, subiendo hacia Amaranto.
Pero cuando los socorristas estaban más tranquilos, el sábado fueron llamados de nuevo y debieron acudir con sus equipos. El fuego se iba y venía y el domingo las montañas -la mayor parte potreros de ganado y sembrados de café- ardieron toda la noche, hasta que desde las 3:00 a.m. llegaron los Bomberos a apagarlo.
Tulio Hernán Serna, secretario de Gobierno de Ciudad Bolívar, comentó que calcula en unas 20 hectáreas el total de lo consumido, aunque admite que no es fácil precisar la cantidad de monte que se quemó.
"Es muy complicado, porque lo que uno alcanza a ver no es todo lo que se quemó, lo grave es que es una zona de cría de ganado, un renglón muy importante de nuestra economía, y los campesinos quedaron muy mal, también se perdieron sembrados de café, esperemos que la Gobernación ayude a estas personas", precisó.
El sargento Gustavo Parra, comandante Operativo de la Defensa Civil de Ciudad Bolívar, explicó que las labores de su organismo se dificultaron porque no disponen de muchos recursos que son necesarios para actuar en las montañas, "de pronto cuerdas, motosierras para cortar los árboles que arden, caretas de oxígeno, ropa adecuada y siquiera camisas de manga larga".
La prueba de estas falencias la vivió en carne propia su compañero Guillermo Pamplona, quien intentando apagar el fuego se rodó por una peña y por poco cae a las llamas. No se quemó el cuerpo, pero sus manos, como estaba de camiseta, quedaron totalmente rayadas, con las huellas de los chuzones que recibió al rodar por la montaña. "Me salvé por mi experiencia, porque también fui bombero y sé qué hacer en un caso así", dijo.
Esto es grave porque este no es el único incendio forestal que han atendido. Este año van contados 25 que han consumido más de 100 hectáreas de montaña, calculan Clavijo y Parra, de los Bomberos y la Defensa Civil.
Lo peor es que son incendios que podrían prevenirse si los campesinos dejaran la costumbre de encender fuego para quemar la maleza y así evitarse la rozada con machete.
Precisamente, se cree que así se inició el incendio del viernes, pues los bomberos fueron alertados de una quema, subieron al lugar y les advirtieron a los campesinos, pero parece que no hicieron caso porque el fuego se desató con las consecuencias ya mencionadas.
La Alcaldía, para prevenir, emitió un decreto prohibiendo las quemas, pero poco hacen caso, advierte el secretario de Gobierno.
Ayer en la mañana el Dapard ofreció desplazar un helicóptero para ayudar a sofocar las llamas, pero no fue necesario porque ya el fuego estaba controlado y tampoco en Ciudad Bolívar se dispone de un lago para proveer agua.
Habrá que confiar en que los campesinos tomen conciencia y eviten las quemas y que quienes visitan las montañas no dejen elementos que pueden encenderse o propiciar el fuego, como botellas de vidrio o latas.
El fuego es traicionero y cuando ataca se convierte en un lobo feroz que arrasa con todo a su paso. Por eso, Bomberos, Defensa Civil y Alcaldía, siguen alertas, en alerta máxima.
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