domingo, 2 de mayo de 2010

HOMENAJE AL PROFE

Montoya, duro con la mente
Hernán Vanegas, Caldas | Buena parte del día, el técnico Luis Fernando Montoya se la pasa al frente al televisor, viendo partidos de fútbol, lo que representa su recreación. El profe ha ganado peso, hace seis meses dejó el respirador que le ayudaba y sigue con la firme ilusión de volver, algún día, a los campos de juego. Durante varios años ha analizado el juego de Lionel Messi, quien se ve atrás en la pantalla.

Montoya, duro con la mente

LUIS FERNANDO MONTOYA cumple hoy 53 años. A pesar de su cuadriplejia, conserva la fortaleza que lo distingue como el campeón de la vida.
Pablo Arbeláez Restrepo | Medellín | Publicado el 3 de mayo de 2010
Lo que más le duele al profe Luis Fernando Montoya es no poder abrazar a su esposa Adriana y a su hijo José Fernando.

Han pasado más de cinco años desde cuando fuera abaleado por un fletero en la puerta de su casa en el municipio de Caldas.

La dignidad es la que acompaña a Montoya, quien ha luchado por su vida, incluso pasando por toda clase de adversidades.

Hoy, cuando Luis Fernando cumple 53 años de vida, el técnico antioqueño maneja las facetas del periodismo, dictas conferencias y da clases de fútbol en el Sena.

¿Quién es ese personaje inédito que logró salvarle la vida, cuando fue abaleado en su casa?"Es un muchacho que vivía cerca de la casa donde yo estaba cuando fui atacado. No sé cómo se llama, no lo conozco, pero calculo que debe tener hoy unos 30 años".

Usted tuvo momentos críticos días después de recibir el balazo. ¿Alguna vez pidió ser desconectado?
"No recuerdo haber dicho nada de eso. A uno de pronto se le puede pasar eso por la cabeza, pero por algo estoy vivo. Quién sabe para qué lo tendrá Dios destinado a uno. No puedo desobedecer y creo que faltan muchas cosas por hacer".

¿Cómo ha afrontado usted las noches de insomnio, en las que es imposible conciliar el sueño?
"A veces me desespero por dormir; respiro profundo y el cansancio es el que me vence. Mi hijo José Fernando me remeda, porque hago un sonido con los labios que me servía para llamar la atención cuando estaba conectado al respirador y no podía hablar".

¿Cuántos meses lleva sin emplear el respirador?
"Son seis meses sin tenerlo y eso ha sido un alivio en el proceso de recuperación".

¿Qué siente cuando no puede abrazar a su esposa y a su hijo?
"Impotencia; me dan deseos de llorar (sus ojos reflejan el momento de profundo pesar). He llorado mucho a causa de ello. Siento alivio al verlos, tenerlos vivos y a mi lado".

¿Cuál es su sentimiento frente a quienes lo agredieron? ¿Los perdonó?
"Perdonarlos del todo es muy difícil. Cada vez que pienso en las posibilidades que se abrieron y no pude aprovechar, me da mucho sentimiento y lo lamento. Yo trato de no pensar en ellos".

¿Los amigos lo olvidaron?
"Considero que no. Yo he sido de pocos amigos; no extraño a nadie en especial. A mí me gusta mucho cuando la gente me visita y me habla de fútbol. Todo eso me fortalece, pensando en el mañana, cuando volveré".

¿Cómo va en su nuevo papel de conferencista?
"Esta es una estupenda experiencia. Hace poco en Cartagena dicté una charla de motivación en compañía de mi amigo Luis Alfonso Sosa a los vendedores de Pfizer del país. Ese día terminé siendo el expositor central. La gente me dio cariño. Ahí sentí de nuevo que el pueblo colombiano me quiere mucho".

¿Cómo es lo del libro pronto a salir?
"Se llamará El Campeón de la vida: Luis Fernando Montoya. Lo escribe el periodista Jaime Herrera Correa. Aparecerá en el mercado el 1° de julio. Lo que se quiere con el libro es mostrarle a la gente que cuando una persona se propone un objetivo lo logra. Lo importante es no dejarse arrebatar los sueños, porque éstos nos llevan a la perfección de los objetivos".

¿Qué tal es no usar pañales y volver a emplear pantaloncillos?
"Me ha ido bien con la recuperación de la última intervención que fue para instalarme un estimulador de raíces sacras anteriores. Me ha ayudado con el control de la orina. Cuando me volví a poner pantaloncillos me sentía raro, no los sentía y era como si no tuviera nada. Por fortuna descansé de los pañales".

¿Qué espera hoy en su cumpleaños?
"Yo soy de pocas celebraciones. Quiero pasar mi cumpleaños con mi esposa Adriana y con mi hijo José Fernando en la casa de las afueras de Caldas. Si los amigos no me llaman, que lean en el periódico cómo estoy (risas)".

¿Cómo va la oferta del Nacional para trabajar con los técnicos de menores?
"Esto ya está aprobado por el doctor Esteban Córdoba. Lo único que queda es coordinar la temática, los horarios y los formatos a seguir. El interés del elenco es claro. Yo sé que los directivos de Nacional me quieren y les ha dolido mucho lo mío. Nacional siempre ha sido especial conmigo y hay una buena amistad con Antonio José Ardila, quien sabe mucho de fútbol. El club es muy serio".

¿Qué opina del mal momento de Nacional?
"Nacional es un equipo grande. Yo pienso que debe darles salida a algunos jugadores que cumplieron su etapa en el club. Hay que traer algunos que aporten, sin tanto nombre y que vengan a contribuir. Lo que sucede con el profesor José Fernando Santa se asemeja mucho a lo que yo viví allí. Si lo dejan trabajar es un técnico que puede convertirse en ganador. Me gustaría que dejaran ese proceso, para tratar de revivir la historia de Luis Fernando Montoya ahí".

¿Y el Medellín se ha manifestado en lo suyo?
"El DIM ha sido extraordinario conmigo desde la misma clínica Las Américas donde estuve. El médico Jorge Osorio se ha portado de maravilla. Incluso me ayudarán con un hincha que padece una delicada enfermedad y ellos llevarán el equipo para visitarlo y animarlo".

¿Cómo le parece la posible llegada de Hernán Gómez y Leonel Álvarez a la selección Colombia?
"Hernán Darío tiene experiencia y conocimientos. Leonel es un excelente trabajador. Pueden hacer buen dúo para dirigir a Colombia".

¿Tiene favorito para el Mundial de Sudáfrica?
"Brasil, porque es un equipo que piensa en atacar y que sabe defender el resultado a su favor".

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