viernes, 12 de noviembre de 2010

Cronica de Ciudad Bolívar

Crónica de Bibiana Quintero, el jueves, 11 de noviembre de 2010 a las 10:40.


Ciudad Bolívar, Tierra de Amores

Despierta el domingo, día de mercado y bullicio, de buena pinta y Santa Misa, de visitantes, música y sol radiante; entre samanes y ceibas se encuentran para comprar, saludar, beber, conocer o deleitarse de un delicioso café bajo la sombra de éstos frondosos árboles.

Se puede disfrutar en medio de grandes montañas, del aire puro, la cordialidad de la gente, la alegría de mujeres y hombres que trabajan día a día por su familia, de niños que corren de lado a lado el parque principal, personas que gozan del delicioso mango, las obleas o las solteritas que se ofrecen en los puestos que circundan el parque; gente que conserva su tradición y su amor por las costumbres antioqueñas como su más preciado patrimonio.

Habitantes de un lugar de amores expresado en su chalanería y arriería, en su iglesia, en sus palmas, sus viejos caminos, vegetación exuberante, paisajes amplios y majestuosos, en su abrazo amable a visitantes y amigos, que no salen de estas tierras sin enamorase y sentir el mismo amor que sus calles y montañas entrega.

Como dice su hermoso himno “viejo terruño querido nunca te podré olvidar” sentimiento de propios y extraños, de hijos que se encuentran en lejanas tierras y añoran por vivir nuevamente el bullicio de un domingo o de hacer presencia en días de fiesta para hacer homenaje a los arrieros que forjaron progreso, y mantener vivo el interés pueblerino en estas costumbres inmarcesibles a través de las tradicionales Fiestas del Arriero.

Llega la tarde y las familias con su mercado en hombro buscan los jeeps que los transportarán a sus veredas y corregimientos, termina un día de agitación y visitantes, el sol se esconde tras el horizonte mientras vuela un día inundado de sueños.

Cae la noche y quienes permanecen se regocijan con la frescura de las brisas que bajan del pacífico, la paz, el sosiego y la armonía con la naturaleza, de árboles que cubren con su manto a todos los ciudbolivarenses dándole una calidez suave como el viento y el sentir de una paz interior que absorbe la existencia.

Ciudad Bolívar, una tierra de amores, añoranzas, alegrías y fiesta, de gente linda y trabajadora, de campo y ciudad, de dulces aromas y exquisitos sabores que en cada rincón descubre maravillas, despierta sentimientos y enriquece el espíritu, por ello es imposible no enamorarse de éste pueblo que rinde culto a sus ancestros LOS ARRIEROS. Bibiana Quintero


Fiestas del Arriero en Ciudad Bolívar

10 - 15 de Noviembre - 2010
  
tomado del Facebook

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