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| Arriero de Ciudad Bolívar |
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| Elbace Restrepo |
Primera escena: Martes, cinco de la tarde, en un centro comercial de la ciudad, un tumulto en la vitrina de una exclusiva joyería llama la atención de los transeúntes.
Segunda escena: Muchos se alejan, temiendo un atraco. Muchos se acercan, porque la curiosidad es más fuerte que el miedo.
Tercera escena: Atraco descartado. Nada de nervios. Son "apenas" cinco chiquillas acompañadas de sus clientes extranjeros, que podrían ser sus abuelos. Además del dinero que ya les han pagado, las van a obsequiar con sendas joyas por los favores recibidos. Ataque de nervios.
Cuarta escena: ¿Dónde están los papás de estas culicagadas?
Quinta escena: En los próximos días, turistas lejos, las chiquillas volverán a la joyería y negociarán lo recibido. Mejor la plata que el oro.
Título de la obra: Prepagos en la vitrina.
Pero están en todas partes: en el salón de clases, en la oficina, en las discotecas, en la casa. Su herramienta de trabajo es el celular y tienen página web. Las de antes no tenían más publicidad que la luz "indecente" de un bombillo rojo en la puerta de la casa de citas. Muchas andan en su propio carro y se desempeñan con propiedad en cualquier tema, lo que las hace aptas como damas de compañía para reuniones sociales de alto vuelo que acabarán en la cama de un ejecutivo, de un turista o de un mafioso. Claro que no siempre se les exige tan alto perfil. Basta con que estén dispuestas a lo que sea y un poquito más.
Las de hoy van a domicilio y exigen condón. No son tristes, no todas ejercen por necesidad, tienen revaluada la falta de oportunidades y se dan silvestres, como las maticas de limón.
Muchos taxistas y botones de los hoteles sirven de puente entre ellas y los clientes, pero por lo general hay un empresario que les maneja la agenda y el catálogo. Hace unos años se habló incluso de "la subasta de las vírgenes": los propios papás ofreciendo a sus retoños de 11 o 12 años.
Esta modalidad de prostitución es ejercida por hombres y mujeres en cualquier parte del mundo y no es válido estigmatizar ningún sector en especial, pero no por eso debemos ser indiferentes.
"Medellín se sigue posicionando como ciudad turística por excelencia, debido a los óptimos servicios que ofrece en los sectores hotelero, transporte público y gastronomía, entre otros. Según el Centro Nacional de Consultoría, el 99% de los extranjeros que visitan nuestra ciudad están ampliamente satisfechos con la oferta turística". Y muchos aprovechan no sólo para montar en metrocable.
Ojalá las autoridades lograran desarticular las bandas de los que manejan estos hilos degradantes de la condición humana, a veces disfrazadas de agencias de modelaje fantasmas que explotan y exportan mujeres a su conveniencia.
La prostitución es otro problemononón social en el que la familia está llamada a tomar el control y la autoridad. A no ser que disfruten felices del dinero que se gana la muchachita con el sudor "de su frente". O que ignoren a qué se dedica su angelito en los ratos libres, ¡cosa que dudo!
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