lunes, 19 de diciembre de 2011

Carlos Munera

Por : Carlos Munera.
Empanaditas de la Pastoral Social
Publicado el 23 noviembre 2011 por Carlos Múnera
Empanadas con carne o sin ella, con encurtido o sin él, de papa o de arroz. Centenas y centenas de ladrillos se unen entre sí gracias a los dividendos que dejan miles de empanadas vendidas a los largo del territorio. Pero las empanadas no se hacen solas, las hacen decenas de voluntarios, en su mayoría, señoras con vocación de servicio o simplemente por hacer costureros de una fritanga de comida popular.
Espere, mija, me lavo las manos. Espere me seco en el trapito. Espere pongo esta tacita con agua para ir mojando los dedos. Ahora sí, mija, estoy lista. Cojo de la masa, hago bolita con las manos, como quien concentra la energía del Tao y la amasa en el aire. Le pasa la bolita a Regina, que ella la aplasta con la tabla; ésta le pasa el aplastado a Teresita, que ella le echa el micro-relleno, sin carne se aclara desde ya, y ella misma la cierra doblando el círculo en dos mitades y se dispone a realizar una plana de pliegues con la parte superior de una cuchara tintera; la pone al lado que el nieto de Aura las echa en la paila.
* Tere ¿pusiste a derretir la manteca?
- ¿Cuál manteca?
* ¿Cuál va a ser? La manteca, mija, pa’ fritar las empanadas.
- Aura quedó de traerla.
/ ¿Yo? Yo no, yo traje la masa.
* ¿Entonces quién traía la manteca?
/ Regina.
% ¿Yo? Yo traje el encurtido. Yo no traje manteca. Usted quedó de traer la manteca.
* ¡Maldinga sea! No trajimos manteca y ya se están dando la paz. ¿Y asadas no quedan bien?
% ¡Hum! Hoy no hay ladrillitos pa’l Padre. Este día se perdió.
Fotos en Ciudad Bolívar.


Por : Carlos Munera.
Solteritas y marianas
Publicado el 25 noviembre 2011 por Carlos Múnera

Uno tiene sus días. No los de ellas, sino, esos… esos días en que nada sale. El ejercicio con el blog es casi de escritura automática, es decir, elijo una foto y espero a ver qué carajada me sale: una veces, muy trascendental; otras, muy ligero; en otras ocasiones, algún texto con humor. Creo que este blog se me configura como el Libro Rojo de Carl Jung, es decir, así como Jung registró su inconsciente en Libro , yo lo estoy haciendo en este blog. No confundan, no me estoy comparando con el sicoanalista, solo estoy reconociendo mi propio Libro Rojo.
Asi que, de manera perentoria, pido a quienes leen este espacio virtual, que dejen de ser zánganos y ayuden de vez en cuando, con la escritura de lo que aquí llamamos alguna veces como carajadas. ¿Qué se les ocurre? ¡Pero ayuden pues! ¿Todo yo?
Foto en Ciudad Bolívar

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